No necesito pastillas para dormir, si estás conmigo.
Todos los sueños florecen cuando me hablas al oído.
No necesito millones, ni acorralar los corazones.
Y sólo en tu cafetera todo el cielo, enamorado se cuela.
No necesito decirte 2,500 veces multiplicado X 7
que te espero noche y día.
Que me disculpen los sabios,
pero la sabiduría duerme detrás de tu oreja
y no en Grecia, como la historia creía.
Abreme la noche y ven a ver cómo te puedo querer eternamente.
Cúrame la sombra al caminar, que se corre si no estás.
No necesito violines, pizzicatos en el pecho.
Eres todo mi concierto, la más bella sinfonía.
Que me disculpe el poeta, pero toda la poesía
la encuentro sobre un madero.
Y me verso con tus rodillas que riman.
Abreme la noche y ven a ver cómo te puedo querer eternamente.
Cúrame la sombra al caminar, que se corre si no estás.
No necesito pastillas... (bis)
Todos los sueños florecen cuando me hablas al oído.
No necesito millones, ni acorralar los corazones.
Y sólo en tu cafetera todo el cielo, enamorado se cuela.
No necesito decirte 2,500 veces multiplicado X 7
que te espero noche y día.
Que me disculpen los sabios,
pero la sabiduría duerme detrás de tu oreja
y no en Grecia, como la historia creía.
Abreme la noche y ven a ver cómo te puedo querer eternamente.
Cúrame la sombra al caminar, que se corre si no estás.
No necesito violines, pizzicatos en el pecho.
Eres todo mi concierto, la más bella sinfonía.
Que me disculpe el poeta, pero toda la poesía
la encuentro sobre un madero.
Y me verso con tus rodillas que riman.
Abreme la noche y ven a ver cómo te puedo querer eternamente.
Cúrame la sombra al caminar, que se corre si no estás.
No necesito pastillas... (bis)
No hay comentarios:
Publicar un comentario